do y escogido de la república antes que introducido por ambición de una mujer (1) y adopción de un viejo. Conoeiose después que se valió de este artificio también para descubrir y sondar las voluntades de los grandes, de quienes notaba, no sólo las palabras, pero el semblanto de los rostros, depositándolo todo en su pecho con siniestra interpretación.
No consintió que en el primer día del senado se tratase de otra cosa que de las funerallas de Augusto, en cuyo testamento, presentado por las virgenes vestales (2), se nombraban herederos Tiberio y Livia: adoptada Livia en la familia de los Julios con nombre de Augusta. En el segundo lugar llamaba á sus sobrinos y nietos, y en el tercero á lus más principales de la ciudad, algunos aborrecidos por él; mas hízolo por adquirir gloria y honor con los venideros. Las mandas fueron de hombre particular, salvo la del pueblo, que importó un millon y ochocientos setenta y cinco mil ducados (3); á los pretorianos á veintieinco ducados por cabeza (1.000 sextercios); á los legionarios romanos á siete y medio (300 sextercios). Consultadas después las honras, fueron los más notables consejos el de Galo Asinio, que se guiase la pompa por la puerta triunfal; y el de Lucio Aruncio, que se llevasen delante los títulos de las leyes hechas y de las naciones conquistadas por él. Añadió Mesala Valerio que cada año hubiese (1) Esto es, de su madre Livia.
(2) Los Romanos acostumbraban depositar en los templos, y principalmente en el de Vesta, los tratados públicos y privados, fos testamentos y hasta su riqueza mobiliaria. Y he aquí por qué dice Tácito del testamento de Augusto que fué presentado por las sacerdotisas de aquella diosa.
(3) Según los cálculos de M. Letronne, 40.000.000 de sextercios equivalen á 7.951.910 francos, ó sea 30.217.258 reales, de suerte que el total de los legados hechos al Estado y al pueblo, que era de 43.500.000 sextercios, ascendían á 8.647.702 francos.
En la época de Augusto,el sextercio valía 20 céntimos de franco.
