Página:Los Anales de Cayo Cornelio Tácito. Tomo I (1890).pdf/95

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
77
Los anales.—Libro II.

cio todo lo que durase la guerra. Encendió grandemente esta afrenta la ira de las legiones. «Venga el día, decían, dese la batalla, y verán si saben los soldados tomar los campos de los Germanos y quitarles las mujeres, aceptando el buen agüero con que ellos mismos destinaban á la presa sus matrimonios y sus dineros.» Cerca de la tercia guardia hicieron tocar arma en nuestro campo, sin arrimarse á tiro de dardo, por ver coronadas de gente las trincheras y que se estaba alerta.

77 Pasó aquella noche Germánico con dulce reposo: parecióle entre sueños que sacrificaba, y que viéndose con la vestidura llamada pretexta rociada de aquella sacra sangre, su abuela Augusta la vestía con sus manos otra mucho más hermosa. Con este segundo agüero, y viendo su empresa aprobada por los auspicios, convocado el parlamento, da cuenta de las provisiones hechas con prudencia y á propósito para la cercana batalla, diciendo «que no sólo era la campaña cómoda á los soldados romanos para pelear, mas que sabiéndose gobernar, lo eran también las selvas y los bosques; porque los escudos desmesurados de los bárbarosy las largas picas no eran de servicio ni se podían manejar entre aquellos troncos de árboles y entre aquella espesura de ramas, con la facilidad que sus dardos y sus espadas (1): á que ayudaban sus armas defensivas, cómodas y apretadas con el cuerpo: que lo que coavenía era menudear los golpes, encaminando las puntas al rostro del enemigo; visto (1) El pilum era un arma peculiar de la infantería romana sumamente temible, puesto que, á la vez que arrojadiza, servía, como la pica, para cargar al enemigo en ocasiones dadas, y aunque era más corta que la lanza, pues tenía á lo más cuatro codos y medio, ó sea siete pies escasos de largo, estaba armada de un hierro más fuerte y más ancho y de unos tres pies de longitud. En cuanto a la espada romana, no tenía más que unas veinte pulgadas de largo, pero era muy pesada, de dos filos, y un hacer pedazos una puerta.

+