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Los anales.—Libro II.
var la libertad ó morir. por lo menos antes de la servidumbre».

Animados con esto, y pidiendo la batalla, los lleva á un campo llamado Idistaviso (1), puesto entre el río Visurgo y las montañas, de espacio desigual, según que la ribera da lugar á las corrientes de las aguas, ó lo resisten las alturas de los montes. Había á las espaldas un bosque alto, aunque con el suelo limpie entre los troncos de los árboles. La ordenanza bárbara ocupó la campaña y la entrada del bosque; sólo los Queruscos se pusieron en lo alto de los montes, con intento de herir en los Romanos trabada que fuese la pelea. Caminaba de esta manera nuestro ejército: en la frente los auxiliarios galos y germanos; tras ellos los arqueros á pie; después cuatro legiones con la persona del César, dos cohortes de pretorianos y la caballería escogida; seguían las otras cuatros legiones y los armados á la ligera, con los arqueros á caballo y las demás cohortes de confederados. Estando, pues, todos los soldados atentos á conservar su ordenanza y aparejados á menear las manos; Germánico, viendo las escuadras de Queruscos, que por Gereza de ánimo se habían anticipado á pelear, venir cerrando su caballería escogida, envió á Estertinio con el resto de sus tropas y orden de procurar cogerlos en medio y embestirlos por las espaldas, ofreciendo socorrerle en la ocasión. En esto, reparando Germánico en un hermosísimo agüero, es á saber, ocho águilas que entraban en el bosque, comenzó á gritar á los soldados, diciendo aque siguiesen las aves romanas, deidad particular de las legiones». Cierra en esto las infantería por frente, y los caballos enviados primero comienzan á cargar por los costados y por las es(1) Los intérpretes andan discordes acerca del sitio que debió ocupar este campo de batalla, que, sin embargo, debía ser en la orilla derecha del Veser. Broher le coloca cerca de Hamein, nolejos del lugar donde el mariscal d'Estrées alcanzó en 1752 la victoria de Hastembeck.