pí, como el resto de la Patagonia, es, pues, territorio argentino por el tratado de límites de 1881. En estas latitudes Chile tiene 24 leguas de ancho hasta las cumbres y la Argentina 90 desde las cumbres al Atlántico.
En el hermoso lago de Nahuelhuapí, embellecido por la leyenda, ha entrado ya la civilización con el fecundo y ruidoso cortejo de sus inventos; se navega á vapor por él; en sus márgenes se levanta Puerto Blest, Puerto Moreno y San Carlos; un camino real, el mismo que usaban los misioneros jesuítas, sigue desde el lago orillando la falda oriental de la cordillera hasta buscar la senda á Valdivia y Concepción. No está lejano el día en que se abra otro ferrocarril transandino ó interoceánico; entonces el viajero irá de Nahuelhuapí á Ralún y en este punto se embarcará para las costas del Extremo Oriente ó bien se dirigirá al Norte por el ferrocarril longitudinal chileno.
Cruzará sobre puentes los mismos ríos que vadearon á caballo Hernandarias y Cabrera; atravesará, en alas del tren, las dilatadas pampas por las que fué predicando Mascardi; y llegado que haya á los valles subandinos, el viento le traerá el acre olor de las pomaredas que plantaron los antiguos colonos de Osorno y Villarrica y esquilmaban los indios