Página:Los israelitas españoles y el idioma castellano.pdf/86

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

—72—

Ocho y ocho diez y seis
Veinte y cuatro son cuarenta,
La moza que me quere bien
Déjeme la puerta abierta.

Y es curioso leer la nota del autor, quien dice se pierde en conjeturas con motivo de los números enunciados en esta copla, los cuales atribuye á que hay ocho días de boda, y ocho días después del parto se realiza la circuncisión del recién nacido. ¿Acaso no sería más exacto atribuirlos á caprichosas rimas numéricas, algo usadas en nuestros juegos infantiles, quizás hasta como ejercicios de enseñanza escolar? ¿Quién no recuerda á este pro pósito aquella letra, mil y mil veces cantada por nuestras niñas en su juego del corro?

Dos y dos son cuatro,
Cuatro y dos son seis,
Seis y dos son ocho
Y ocho dieciséis,
Y ocho veinticuatro,
Y ocho treinta y dos,
Animas benditas
Me arrodillo yo.

Para dar idea de esta clase de romances, reproduciremos dos de los más cortos y mejor conservados, donde los lectores podrán juzgar su mucho