Página:Los novios. Historia milanesa del siglo XVI (1880).pdf/213

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 201 —

-¿Nos le llevamos en camısa?-preguntó el misimo esbirro al escribano.

—Habeis oido?-dijo éste á Lorenzo;-y así se hará, si no os despachais á vestiro8 para venir al momento con nosotros.

—Pero y por qué?-preguntó Lorenzo.

—El por qué os lo dirá el señor Capitan de justicia.

Yo? Yo soy un hombre de bien; nada he hecbho, y me admiro...

— Tanto mejor, así despachareis al momento, y podreis marcharos á donde querais.

—Déjenme ustedes, pues, que me vaya desde ahora,- dijo Lorenzo:-nada tengo que ver con la justicia.

—Ea, acabemos,-griló uno de los esbirros —¿Nos lo llevamos de véras?-añadió el otro.

—įLorenzo de Tramallino!-dijo el Escribano.

—¿Cómo sabe useñoría mi nombre?

—Cumplid con vuestra obligacion,-dijo el Escribano á los esbirros, los cuales al punto se echaron sobre Lorenzo para sacarlo de la cama.

—¡Ea! no hay que poner las manos en un hombre de bien:

yo sé vestirme.

—Levantaos, pues, y vestíos al instante,-dijo el Escribano.

—Voy á levantarme,-respondió Lorenzo.

Y en efecto, iba recogiendo por aquí y por allí su repa como reliquias de un naufragio en la playa, y empezando á ponérsela, proseguia diciendo:

—No quiero ir á casa del Capitan de justicia; nada tengo que ver con él; y pues que se comete conmigo semejante tropelía, quiero ser presentado al Sr. Ferrer. A éste le conozco; es hombre justo, y me debe algunos favores.

—Sí, sí, hijo, serás conducido á casa del Sr. Ferrer,- contestó el Escribano.

En otras circunstancias se hubiera reido á carcajadas al oir semejante propuesta; pero aquella ocasion no era para reirse. Al ir á la posada habia visio en las calles cierto movimiento, que no dejaba discernir si eran restos de la sublevacion aún no reprimida, 6 principios de otra nueva. El salir temprano de su casa los habitantes, el juntarse unos con otros, el ir en tropel, el formarse en corrillos eran síntomas que no le agradaban; por tanto, ahora, sin aparentarlo, 6 tratando al ménos de que no se notase, tenía el oido atento, y le parecia que se aumentaba el murmullo:

con esto deseaba despachar; pero queria al mismo tiempo