Página:Los novios. Historia milanesa del siglo XVI (1880).pdf/43

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 31 —

31 - | Y revistiéndose de cierta gravedad, añadió despues de ber apretado los labios:

—iCaso grave, hijo, caso previsto! Has hecho bien en ver aquí: es un caso claro: previsto en muchos bandos, .. mira aquí un edicto del año pasado, mandado publiir por el señor Gobernador, Capitan general actual...

hora, ahora te lo haré ver y tocar con la mano.

Diciendo esto, empezó á revolver de arriba abajo todos quellos papelotes, como quien hace una ensalada.

—Dónde estará?... vanios á ver... ¡Hay precision de ener tantas cosas entre manos! pero debe estar aquí, porue es un bando de mucha importancia... ¡Ab, aquí está! Le sacó, le abrio, miró la fecha, y exclamó:

—«En 15 de Octubre de 1628 cierto, es del año pasado; bando fresco, que son los que meten más miedo. Hijo, sabes leer?

—Alguna cosa, señor Abogado.

—Ea, pues, sigueme con la vista, y verás.

Y teniendo el bando abierto en el aire, empezó á leer entre dientes varios trozos, y expresando otros muy deteaidamente, segun le parecia oportuno..

—«Aunque por el bando publicado de órden del Exce- »lentísimo señor Duque de Feria el 14 de Diciembre de »1620 y confirmado por el Ilmo. y Excmo. señor D. Gon- »zalo Fernandez de Córdoba, etc., etc., se trató de atajar »con remedios extraordinarios y rigurosos las opresiones, nconcusiones y actos tiránicos que algunos se atreven á »cometer contra estos fieles vasallos de S. M.; sin embargo, »la frecuencia de los excesos, y la malicia, etc., etc., se ha »aumentado en términos que su S. E. se ha visto en la pre- »cision, etc.; por lo que, con el dictámen del Senado y de »una junta, etc., manda que se publiqu- el presente.

»Y empezando por los actos tiránicos, como la expe- »riencia ha manifestado que muchos, tanto en las ciudades »como en los demas pueblos (¿oyes?) de este Estado ejercen »con tiranfa concusiones, oprimen á los más débiles, obli- »gándolos á hacer contratos violentos de compras, arren- »damientos, etc. (A dónde estás? Aquí, aquí, oye) que se »verifiquen casamientos 6 no se verifiquen...» (Ves?)

—Ese es mi caso,-dijo Lorenzo.

—Oye, oye,-prosiguió el Abogado.-Qué! hay mucho más, y luégo siguen las penas: «Que se atestigüe, 6 no »se atestigüe; que uno pague una deuda, que el otro »vaya á su molino...» Esto nada nos importa; pero aquí está. «El cura que no hiciere lo que debe por su ministe-