Página:Memorias póstumas del general José María Paz.pdf/35

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

llegó á Itapua, con dos piezas de á cuatro, cónicas, y dos de á dos, al mando de un valiente sargento de artillería, cuyo nombre no recuerdo, catalán de nación, de quien tendré que decir algo, á su tiempo.

Luego que salí de Tacuarí y entré en una población, empecé á observar que las casas estaban abandonadas, y que apenas se habian presentado dos vecinos en aquellos lugares; ya empecé á tener cuidados, pero llevado del ardor, y al mismo tiempo, creido del terror de los que habian huido del Campichuelo, de Itapua y de Tebicuary, seguí mi marcha á Santa Rosa; allí me reuní con el Mayor General, y seguí á pasar el expresado río Tebicuary, límite de las Misiones con la provincia del Paraguay (quiere decir, la provincia, propiamente dicha), también con la idea de encontrar algunos del partido, que tanto se nos había decantado que existian.

Se pasó el Tebicuary, y nuevas casas abandonadas,y nadie parecía. Entonces ya no me apresuré á que las carretas siguiesen su marcha, ni tampoco el coronel Rocamora, porque veía que marchaba por un país del todo enemigo, y que era preciso conservar un camino militar, por si me sucedía alguna desgracia, asegurar la retirada.

Seguí la marcha, y solo vi en N.... á la mujer de don José Espinóla, que era mi ayudante, y otra familia que tenía parentesco con el mismo; pero ningún hombre; pasé á otro pueblo, donde hallé al cura, que decían era hombre ilustrado, que intentó hasta sacarme las espuelas, lo que le reprendí; más, conocí de degradación en que se hallaban aún, los sujetos que se te-