—“; Mire, madrecita, ésta mujer me roba el pan!"
—“; ¡Madrecita! ¿Le llevo la comida a la. enferma de apendicitis ?”
——"Si. Llévele el guiso.”
La enferma ha sufrido hace dos días un serio ataque de apendicitis. La terapeútica del Asilo es como se vé igualitaria: lo mismo sanos y enfermos.
Su Caridad se molesta con el murmullo.
—-“:Cállense! Si, no, no se les dará colación.”
—“;Madre; mire cómo me dá pura agua y nada de carne”
La celadora Juanita se indigna contra la protestadora.
-—‘‘ Si no te callás, te rompo la jeta con un jarro!"
Entra la madre Concepción. Es la más enérgica y en compañía del vigilante, más de una vez ha zurrado a las rebeldes, desacatadas. Lo que nunca ha conseguido es cerrarles la boca.
Dice un nombre. Lo oigo y noto que se parece al mío. Me vuelvo con presteza. y ruego su repetición.
—“Sí, es usted.”
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