chazado nuevamente. En una rabia contra ambos, equipó una expedición por su propia cuenta, llegó al país y casi le disparan, según el modelo y casi en el mismo terreno, como a Iturbide, contra quien se había pronunciado cuarenta y dos años antes. La corte marcial, sin embargo, salvó su vida, "en consideración de los antiguos servicios hechos por su país en Texas, en Tampico y Vera Cruz," y lo enviaron de nuevo, obsoleto y pobre (ya que había derrochado una amplia fortuna en este intento), para terminar sus días en destierro.
No puedo abstenerme de entrar un poco más en las preguntas y respuestas de la pequeña historia. De los generales galantes que lucharon tan por la independencia, Victoria fue el primer Presidente. Bravo se pronunció contra él y fue exiliado en América del Sur. Guerrero, derrotado como candidato a la sucesión por Pedraza, tomó las armas y lo tomó por la fuerza. Repelió, mientras que en la Oficina, un nuevo intento de los españoles por recuperar el país.
"Pregunta.— ¿Supongo que con este triunfo se estableció firmemente al Gobierno de Guerrero?
"Respuesta.— Esto se esperaba, pero pasó lo que siempre pasa en México, justo lo contrario. "
Bastamente, de hecho, que se pronuncia contra Guerrero; y cuando este último regresa a la capital después de una expedición diseñada para sofocar la revuelta, la encontró para él y a favor de Bastamente.
"Pregunta.— ¿Cómo acabo esta revolución?
"Respuesta.— El más terrible que se pueda imaginar. El Gobierno de México, sintiendo que no pudo superar Guerrero... compró, por $70.000, un genovés llamado Picaluga, que comandaba un buque anclado en el puerto de Acapulco. Picaluga invita a Guerrero