donde pudieron esta visión de la dualidad divina a los pueblos tributarios. Pero los demás pueblos del Anáhuac se mantuvieron en la ancestral tradición. De esta manera los pueblos mayas, los oaxaqueños, los de las montañas de Guerrero, los purépechas, los tlaxcaltecas y por supuesto los que integraban la gran Chichimeca, que comenzaba desde lo hoy es el estado de Querétaro hasta el árido Norte.
Esta trasgresión de la Toltecáyotl fue uno de los elementos más importantes que tenían enfrentados y desunidos a los pueblos del Anáhuac a la llegada de los invasores europeos.
El temor de la dirigencia mexica del regreso de Quetzalcóatl.
También al interior de la dirigencia mexica existía un malestar por la doctrina que impuso Tlacaelel. Recuérdese que la nobleza de los pueblos de Valle del Anáhuac se educaba en el calmécac de Cholula, último reducto de los toltecas. Ahí se trasmitía la Toltecáyotl, de modo que los cuadros dirigentes de los pueblos sabían que el culto a Huitzilopochtli era una imposición y una degradación.
Los sacrificios humanos fueron prohibidos por Quetzalcóatl, de modo que especialmente la dirigencia mexica cada 52 años temía el profetizado regreso de