sobre la fisiológica. La sensibilidad estética, los goces intelectuales, el anhelo de nobles afectos, de una inteligencia comprensiva, de una eficaz colaboración en las actividades de la vida, es un ideal de los intelectos superiores en la unión afectiva.
"Con razón se ha afirmado que el amor, ésta gran realidad psicológica, en la cual es preciso contar con su actual carácter tan complejo, tan vario, tan alambicado, —constituye la resultante de todos los progresos de la actividad humana". [1]
Si, el amor evoluciona, elevándose desde su origen de ciego instinto genésico a necesidad psíquica. De aqui, de esta nueva faz del amor, las lagunas inmensas que separan los matrimonios cuando una mujer inteligente, noble i sentimental, comprende que para su esposo el amor es sólo la sensualidad; o al contrario, cuando el hombre culto, de hondo sentir, se ve unido a mujer frívola i vulgar, que no le comprende i únicamente gusta del papel de odalisca i figura de sociedad.
Creo que entre los seres verdaderamente cultos, el amor debe ser un sentimiento noble i puro, fundado en la simpatía psíquica, la similitud intelectual, la apreciación recíproca de bellas cualidades, la comunidad de aspiraciones, que tenga por principal objetivo los goces elevados del idealismo, i por modalidad la ternura delicada, el compañerismo bondadoso, la solicitud exquisita, la dulcísima amistad, dando a la lei genésica únicamente el rol que por naturaleza le corresponde: el de la conservación de la especie dentro del límite de la higiene i la razón, sin sacrificar jamás a esta lei la salud de la mujer ni la de los mismos hijos víctima muchas veces del erróneo concepto del matrimonio, por el que se cree el hombre autorizado al vicio aniquilando a la esposa con una maternidad excesiva i degenerando la prole.
La concepción del amor que acabo de exponer ennoblece i perfecciona al ser humano, porque en
- ↑ Ellen Key.