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CANDIDO,

se mueren, otros sacan mejor voz que las mugeres, y otros van á gobernar estados. Me hiciéron la operacion susodicha con suma felicidad, y he sido músico de la capilla de la señora princesa de Palestrina. ¡De mi madre! exclamé. ¡De su madre de vm.! exclamó él llorando. ¡Con que es vm. aquella princesita que crié yo hasta que tuvo seis años, y daba nuestras de ser tan hermosa como es vm.! — Esa misma soy, y mi madre está quatrocientos pasos de aquí, hecha tajadas, baxo un montón de cadáveres...... Contéle entónces quanto me habia sucedido, y el también me dio cuenta de sus aventuras, y me dixo que era ministro plenipotenciario de una potencia cristiana cerca del rey de Marruecos, para firmar un tratado con este monarca, en virtud del qual se le subministraban navíos, cañones y pólvora, para ayudarle á exterminar el comercio de los demas cristianos. Ya está desempeñada mi comision, añadió el honrado eunuco, y me voy á embarcar á Ceuta, de donde la llevaré á vm. á Italia. Ma che sciagura, d'essere senza cogl....

Díle las gracias vertiendo tiernas lágrimas; y en vez de llevarme á Italia, me conduxo á Argel, y me vendió al Dey. Apenas me habia vendido, se manifestó en la ciudad con toda su furia aquella peste que ha dado la vuelta por Africa, Europa y Asia. Señorita, vm. ha visto temblores de tierra, pero ¿ha padecido la peste? Nunca, respondió la baronesa.