tres mil duros cada uno! La vida perderia yo por vm., para lue le lleve á un calabozo. Todos los extrangeros son arrestados, pero déxelo por mi cuenta, que yo tengo mi hermano en Diepe en la Normandía, y le llevaré alla; y si tiene vm. algunos diamantes que darle, le tratará como yo propio. ¿Y porqué arrestan á todos los extranjeros? dixo Candido. El abate tomando entónces el hilo, respondió: Porque un miserable andrajoso del país de Atrebácia[1], que había oido decir disparates, ha cometido un parricidio, no como el del mes de Mayo de 1610,[2] sino como el del mes de Diciembre de 1594,[3] y como otros muchos cometidos otros años y otros meses por andrajosos que habian oido decir disparates.
Entónces explicó el alguacil lo que habia apuntado el abate. ¡Qué monstruos! exclamó Candido. ¿Cómo se cometen tamañas atrocidades en un pueblo que canta y bayla? ¿Quando saldré yo de este pais donde azuzan ximios á tigres? En mi pais he visto osos; solo en el Dorado he visto hombres. En nombre de Dios, señor alguacil, lléveme vm. á Venecia, donde