Página:Novelas ejemplares - Tomo I (1919).pdf/147

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
147
 

llándole, se lo contó todo punto por punto, y cuando llegó al del sentimiento que Leonisa había hecho cuando le dijo que era muerto, casi se le vinieron las lágrimás a los ojos; dijole cómo había fingido el cuento del cautiverio de Cornelio por ver lo que ella sentía: advirtióle la tibieza y la malicia con que de Cornelio había hablado: todo lo cual fué píctima para el afligido corazón de Ricardo, el cual dijo a Mahamut:

—Acuérdome, amigo Mahamut, de un cuento que me contó mi padre, que ya sabes cuán curioso fué, y oíste cuánta honra le hizo el Emperador Carlos V, a quien siempre sirvió en honrosos cargos de la guerra. Digo que me contó que cuando el Emperador estuvo sobre Túnez, y la tomó con la fuerza de la Goleta, estando un día en la campaña y en su tienda, le trujeron a presentar una mora por cosa singular an belleza, y que al tiempo que se la presentaron entraban algunos rayos del sol por unas partes de la tienda y daban en los cabellos de la mora, que con los mismos del sol en ser rubios competían: cosa nueva en las moras, que siempre se precian de tenerlos negros; contaba que en aquella ocasión se hallaron en la tienda, entre otros muchos, dos caballeros españoles; el uno era andaluz, y el otro era catalán, ambos muy discretos, y ambos poetas; y habiéndola visto el andaluz, comenzó con admiración a decir unos versos que ellos llaman coplas, con unas consonancias o consonantes dificultosos, y parando en los cinco versos de la copla, se deDigitec