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LA CARTA ROBADA

pilares de las camas son utilizados con el mismo fin.

— ¿Pero la cavidad no podría ser denunciada por el sonido? pregunté.

— De ninguna manera, si cuando el objeto es depo­sitado se coloca á su alrededor una cantidad suficiente de algodón en rama. Además, en nuestro caso estába­mos obligados á proceder sin ruido.

— Pero no pueden Vds. haber removido, no pueden Vds. haber hecho pedazos todos los artículos de mobi­liario en que hubiera sido posible hacer un depósito de la manera que Vd. menciona. Una carta puede ser com­primida hasta hacer un delgado cilindro en espiral, no difiriendo mucho en forma ó volumen de un dibujo para hacer calceta, y en esta forma podía ser introducida en el travesaño de una silla, por ejemplo. No rom­pieron Vds. todas las sillas, ¿no es así?

— Ciertamente que no; pero hicimos, algo mejor: · examinamos los travesaños de cada silla del hotel, y la verdad, todos los puntos de unión, todas las clases de mobiliario, con la ayuda de un poderoso microscopio. Si hubiera habido alguna huella de reciente remoción, no habríamos dejado de notarla instantáneamente. Un solo grano del aserrín producido pr una barrena en la madera, habría sido tan visible como una manzana. Cualquier cosita en las escaladuras, cualquier desusado agujerito en las uniones, habría bastado para un seguro descubrimiento.

— Presumo que observarían Vds. los espejos entre los bordes y las láminas, y examinarían los lechos, y las ropas de los lechos, así como las cortinas y las al­fombras.

— Eso, por sabido ¡y cuando hubimos registrado