Página:Orgullo y prejuicio - Tomo II (1924).pdf/147

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
145
 

comunicar tan excelentes nuevas a mi hermana Philips. Y al regreso podré visitar a lady Lucas y a la señora de Long. ¡Catalina, baja corriendo y pide el coche! Estoy segura de que el tomar el aire me va a probar muy bien. Niñas, ¿puedo hacer algo por vosotras en Meryton? ¡Oh! Aquí viene Hill. Querida Hill, ¡ha oído usted las buenas noticias? La señorita Lydia va a casarse, y todas ustedes tendrán un bol de ponche que las alegre en la boda.

La señora Hill comenzó al punto a expresar su satisfacción. Isabel recibió su felicitación, como las demás, y entonces, enferma de ver tanta locura, se refugió en su cuarto para pensar con libertad.

La situación de la pobre Lydia habría de ser, aun dando lo mejor, bastante mala; pero no era eso lo peor: tenía que quedar agradecida. Creíalo así Isabel; y aunque mirando a lo por venir no podía esperar en realidad para su hermana ni razonable dicha ni prosperidad en el mundo, mirando hacia atrás, a lo que había temido sólo dos horas antes, comprendió todas las ventajas de lo que había ganado.


CAPITULO L

El señor Bennet había deseado muchas veces antes de este período ahorrar cierta cantidad anual para mejorar el caudal de sus hijas y de su mujer si le sobrevivieran, en vez de gastar todos sus ingresos, y ahora deseaba haberlo hecho más que nun-

Orgullo y prejuicio.—T. II.
10