Página:Orgullo y prejuicio - Tomo II (1924).pdf/166

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
164
 

Derby sólo un día después que nosotros, viniendo a la capital con resolución de buscarlos. El motivo confesado era su convicción de que a él se debía que el descrédito de Wickham no hubiera sido tan bien conocido que hiciera imposible a toda muchacha regular amarle o fiarse de él. Con generosidad imputó todo a su ciego orgullo, confesando que antes había juzgado indigno de su persona poner a vista del público sus acciones privadas: su modo de ser había de hablar por él. Pero veía ahora que su deuda aumentaba, y trataba de remediar un daño acarreado por él mismo. Si tenía otro motivo, supongo que no sería deshonroso. Había pasado algunos días en la capital sin poder descubrirlos; mas disponía de algo que le podía guiar en sus pesquisas, lo cual era más de lo que nosotros teníamos, y el saberlo era también otra razón para seguirlas.

»Parece que hay una señora, una tal señora Young, que fué tiempo atrás aya de la señorita de Darcy y hubo de ser destituída de su cargo por algún motivo censurable, aunque él no nos dijo cuál. Al ocurrirle eso tomó ella una amplia casa en la calle de Eduardo, y desde entonces se venía sosteniendo con el alquiler de habitaciones. Esta señora Young hallábase, según él sabía, en íntima relación con Wickham, y a ella acudió en busca de noticias de éste en cuanto llegó a la capital. Mas pasaron dos o tres días antes de poder obtener de la misma lo que necesitaba. Supongo que no quiso ella hacer traición a su confianza sin soborno y corrupción, ya que, en realidad, desde el principio