Página:Orgullo y prejuicio - Tomo II (1924).pdf/170

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
168
 

te he expuesto con anterioridad: debíase a él, a su reserva y falta de conveniente consideración, que el carácter de Wickham hubiese sido mal conocido, y en consecuencia que hubiera sido él recibido y considerado como lo fuera. Acaso haya alguna verdad en esto, aunque dudo que su reserva, ni la reserva de nadie, pueda ser responsable del suceso. Mas, a pesar de toda su fina charla, mi querida Isabel, puedes quedar por completo segura de que jamás habría cedido tu tío si no hubiéramos prestado crédito a él por otro interés en el asunto.

»Cuando todo estuvo resuelto volvió otra vez cerca de sus amigos, que seguían todavía en Pemberley; mas prometió que estaría en Londres otra vez al efectuarse la boda y que todas las cuestiones de dinero se solventarían entonces.

»Creo que ya te he contado todo. Es una relación que, según me dices, te ha de sorprender mucho; pero, por lo menos, supongo que no te proporcionaré ningún desagrado. Lydia vino a nuestra casa y Wickham ha tenido constante acceso a ella. Este ha sido aquí exactamente lo que era cuando le conocí en el condado de Hertford; mas no querría decirte cuán poco satisfecha he estado con la conducta de ella durante su permanencia con nosotros si no hubiera notado por la carta de Juana del miércoles que su proceder al llegar a vuestra casa ha sido con exactitud el mismo, por lo cual lo que ahora te diga no habrá de sorprenderte. Habléle repetidas veces del modo más serio, re-