Página:Orgullo y prejuicio - Tomo I (1924).pdf/110

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
108
 

oirá usted que es tenido como el hermano más atento y mejor.

—¿Qué tal muchacha es la señorita de Darcy?

El meneó la cabeza.

—Desearía poderla llamar amablo; me da pena hablar mal de un Darcy. Cuando niña era afectuosa y complaciente y por extremo aficionada a mí, y yo he consagrado horas y más horas a su esparcimiento. Mas en la actualidad no representa nada para mí. Es una muchacha bella, entre quince y diez y ocho años, y creo que muy bien educada. Desde la muerte de su padre su residencia ha sido Londres, donde vive con una señora que cuida de su instrucción.

Tras muchas pausas y muchas tentativas de tratar otros asuntos, Isabel no pudo impedir el volver de nuevo al tema primero, diciendo:

—Estoy asombrada de la intimidad de esa persona con el señor Bingley. ¿Cómo éste, que semeja el buen humor en persona y que es, así lo creo, sincera y verdaderamente amable, puede tener amistad con un hombre así? ¿Cómo pueden avenirse el uno con el otro? ¿Conoce usted al señor Bingley?

—No, en absoluto nada.

—Es persona de carácter dulce, amable, encantador. Es imposible que sepa lo que es el señor Darcy.

—Es probable que no le conozca; pero Darcy puede agradar en cualquier sitio. No necesita esforzarse. Sabe ser compañero familiar si piensa que eso vale el tiempo que en ello emplea. Entre quienes son sus iguales en posición es muy otro de lo que es