Página:Orgullo y prejuicio - Tomo I (1924).pdf/183

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
181
 

pital en compañía suya. La primera ocupación de la señora de Gardiner al llegar fué distribuir sus regalos y describir las nuevas modas. Acabado todo eso, tomó menos parte en la conversación: le tocó escuchar. La señora de Bennet tenía muchas desgracias que comunicarle y un poco de que hacerse compadecer. Había sido muy vejada desde la última vez que viera a su hermana. Dos de sus hijas se habían visto a punto de casarse y después todo había quedado en nada.

—No censuro a Juana—continuó—, porque habría pescado al señor Bingley si hubiera podido; pero Isabel, ¡oh hermana! Es muy duro pensar que haya podido ser a estas horas la esposa de Collins si no se hubiera opuesto su propia perversidad. Hízole una proposición de casamiento en este mismo cuarto y ella la rechazó. La consecuencia es que lady Lucas tendrá una hija casada antes que yo y que la propiedad de Longbourn sigue ahora tan vinculada como antes. Los de Lucas, hermana, son gentes muy aprovechadas: se dedican en absoluto a pescar lo que pueden. Me entristece hablar así de ellas, pero es la verdad. Me pone muy nerviosa y enferma el verme contrariada de ese modo por mi propia familia y el tener vecinos que piensen en sí antes que en los demás. Con todo, tu llegada a esta sazón es el mayor de los consuelos y me veo muy dichosa con oír lo que me cuentas de las mangas largas.

La señora de Gardiner, a quien antes se había comunicado ya lo capital de todos esos asuntos