HABITANTES DE LAS ISLAS OCEÁNICAS 457 se extiende sobre 780 millas de latitud , juntamente con las is- las exteriores de Auckland, Campbell y Chatham, contiene por junto solamente 960 clases de plantas que llorezcan; si compa- ramos esta moderada cifra con las especies que pululan en áreas de igual extension al Sudoeste de la Australia, ó cn el Cabo do Buena-Esperanza, tenemos que admitir que alguna causa independiente de las diferentes condiciones físicas ha dado lugar á diferencias tan grandes en el número. Aun el uniforme condado de Cambridge tiene 847 plantas, y la pe- queña isla de Anglesey 764; pero en estos números van inclui- dos unos pocos helechos y otras plantas introducidas, y la com- paracion en algunos otros conceptos no es del todo justa; tenc- mos pruebas de que la estéril isla de la Ascension poscia pri- mitivamente ménos de media docena de plantas con flores; sin embargo, muchas especies se han aclimatado en ella ahora, como tambien en Nueva Zelanda, ó en cualquier otra isla occa- nica en que quisiéramos fijar nuestra atencion. Se cree, con fundamento, que en la de Santa Elena los animales y plantas aclimatados han exterminado por completo, ó poco menos, á muchas producciones naturales. El que admita la doctrina de una creacion separada para cada especie, tendrá que admitir que no fueron creadas para las islas oceánicas muchas de las plantas y animales mejor adaptadas, puesto que el hombre sin intencion ha poblado aquellas mucho más complota y perfec- tamente que lo hizo la naturaleza. Aunque en las islas oceánicas las especies son pocas en nú- mero, con frecuencia es extremadamente grando la proporcion de las clases endémicas, es decir, de aquellas que no se en- cuentran en ninguna otra parte clol mundo. Si comparamos, por ejemplo, el número de moluscos de tierra endémicos de la isla de Madera, ó de pájaros endémicos en el archipiélago de los Galápagos con el número de los que hay en cualquier continente, y al mismo tiempo comparamos las áreas respec- tivas, veremos que la proporcion es exacta. Este hecho po- dria haber sido previsto teóricamente, porque, como ya se ha explicado, las especies que de vez en cuando llegan, despues de largos intervalos de tiempo, á una localidad nueva y aislada , y que tienen que competir con nuevos asociados, son eminentemente susceptibles de modificacion , y las más veces producen grupos de descendientes modificados. Pero