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ORIGEN DE LAS ESPECIES

que haya habido más variabilidad en las formas de vida, y durante los períodos de depresion, más extincion de las mismas. Con respecto á la carencia de capas ricas en fósiles debajo de la formacion cambria, puedo recurrir solamente á la hipótesis dada en el capítulo X, á saber: que aunque nuestros continentes y océanos hayan estado durante un período enorme próximamente en las mismas posiciones que hoy tienen, no tenemos razones para asegurar que haya sucedido siempre lo mismo; por consiguiente, puede haber enterradas debajo de los grandes océanos formaciones mucho más antiguas que las que ahora se conocen. En cuanto á que no haya sido suficiente el tiempo transcurrido desde que se consolidó nuestro planeta para la supuesta cantidad de cambios orgánicos-y esta objecion presentada por sir William Thompson, es probablemente una de las más graves hechas hasta hoy-únicamente puedo decir; primeramente que no conocemos la rapidez medida en años con que cambian las especies, y luego que muchos filósofos no están dispuestos todavía á admitir que conozcamos lo suficiente la constitucion del universo ni del interior de nuestro globo para especular con seguridad sobre su duracion pasada. Todos admitiremos que el registro geológico es imperfecto; pero que es imperfecto hasta el grado que nuestra teoría exige, pocos estarán dispuestos á admitirlo. Si consideramos intervalos de tiempo bastante grandes, declara plenamente la geología que las especies han cambiado todas; y han cambiado de la manera requerida por la teoría, porque han cambiado poco á poco y gradualmente. En los restos fósiles de las formaciones consecutivas vemos claramente esto, pues que invariablemente están mucho más intimamente relacionadas unos con otros que los fósiles de formaciones muy separadas. Tal es la suma de las varias objeciones y dificultades principales que pueden presentarse justamente contra la teoría; y yo he recapitulado ahora brevemente las respuestas y explicaciones que en cuanto á mí se me alcanza pueden darse. He experimentado durante mucho tiempo el demasiado peso de estas dificultades para que yo ponga en duda su importancia. Pero es digno de notarse especialmente, que las objeciones más importantes se refieren á cuestiones en las cuales estamos reconocidamente ignorantes hasta el punto de no sa-