«han sido puramente oriundas del tronco original de Bakewell por más de cincuenta años. A nadie se le ocurre sospechar entre los que tienen conocimiento en el asunto, que uno ú otro de estos dos ganaderos se hayan desviado ni una sola vez de la sangre pura del ganado de Mr. Bakewell, y, sin embargo, la diferencia entre el ganado de cada uno de ellos es tan grande, que tienen la apariencia de ser variedades enteramente diferentes».
Aun entre los salvajes que sean tan bárbaros que nunca piensen en el carácter heredado por las crias de sus animales domésticos, cualquier animal que les sea especialmente útil con un objeto cualquiera, será cuidadosamente conservado durante las hambres y demas accidentes á que los salvajes están tan expuestos; esos animales escogidos, dejarian generalmente más crias que los inferiores; de modo que, en este caso, se verificaria una especie de seleccion inconsciente. Vemos el valor que dan á los animales áun los bárbaros de la Tierra del Fuego, los cuales matan y devoran á las mujeres viejas en tiempos de calamidad, porque las consideran de ménos valor que sus perros.
En las plantas, este mismo procedimiento gradual de mejora por medio de la conservacion incidental de los mejores indivíduos, ya sean ó no lo bastante distintos para ser clasificados á su primera aparicion como variedades distintas, y ya dos ó más especies ó razas se hayan ó no mezclado por cruzamiento, puede plenamente reconocerse en el aumento de tamaño y belleza que ahora vemos en las variedades de los pensamientos, rosas, pelargonium, dalias y otras plantas, cuando las comparamos con las variedades más antiguas ó con sus orígenes. Nadie pretenderia nunca conseguir un pensamiento ó una dalia de primera clase con las semillas de una planta silvestre. Nadie esperaria criar una pera de agua de primera clase con la semilla de una pera silvestre, aunque podria conseguirlo de un arbolillo silvestre, si la semilla de este proviniese de un jardin. La pera, aunque cultivada en los tiempos clásicos, se deduce de la descripcion de Plinio, que era una fruta de calidad muy inferior. He visto en las obras de horticultura expresada una gran sorpresa por la maravillosa habilidad de los jardineros que, con tan pobres materiales, han producido resultados tan magníficos; pero el arte ha sido sencillo