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Página:Our Sister Republic - Mexico.djvu/370

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DECLARACIÓN DEL REVERENDO SR. RILEY.

parte activa en la obra del evangelio en esta nación. Con profunda fe cristiana, vida pura, y con la Biblia abierta en sus manos, muchos cristianos evangélicos nativos están ahora trabajando con intenso fervor por la evangelización, de su tierra natal. Estatuas, y cuadros de Santos se queman con frecuencia y destruidos, y en su lugar, los diez mandamientos, impreso en una hoja grande, y enmarcado, pueden verse en muchas casas. Un buen edificio de Iglesia nos alquiló el Gobierno en la capital. Un individuo privado nos dio una Capilla en Pueblo. Un evangélico semanal llamado la "antorcha evangélica", se publica con gran habilidad en Cos, cerca de Zacatecas. Un gran número de folletos cristianos se han publicado en la capital y circulan en toda la nación. Creo que las congregaciones evangélicas en México pronto podrían ser mil si la obra del evangelio en esta República vecina fuera adecuadamente apoyada y alentada por la Iglesia evangélica estadounidense.

He encontrado multitudes que están sinceramente deseosos de conocer la verdad del evangelio. Yo he predicado a unos setecientos hombres a la vez. Muy frecuentemente se forman nuevas congregaciones. Hay en la capital dos congregaciones evangélicas compuestas por jóvenes, y conducida por ellos mismos. Uno de estos jóvenes recientemente fue encerrado por su madre en una habitación durante veinticuatro horas, con la esperanza de inducirlo por este castigo para volver a la Iglesia romana. En el cuarto encontró una silla, una mesa con una calavera, un pan y un vaso de agua. "Mientras estaba preso cantó himnos y dijo oraciones. Su madre decidió finalmente que era incorregible y le dejó libre.

La congregación de Pueblo, recientemente fue atacada por la muchedumbre, está trabajando valientemente. Un joven perteneciente a una de las familias principales de la capital fue encerrado en su habitación por su madre para evitar que asistiera a tomar parte en un servicio evangélico, después de arrojarse a sus pies, besarlos, gimiendo y llorando y rogando que no apareciera en público en trabajo evangélico hasta después de su muerte. Este joven tiene una posición influyente en la oficina de correos, y circula Biblias