por lo que la península apenas se puede llamar un lugar de primera clase y tranquilo para vivir. Sin embargo, las carreteras son buenas, el campo está mejorando, y el estado tiene más que demostrar en el negocio de las exportaciones—producto de su suelo—que cualquier otro en la República.
El ingreso anual de la casa de aduana en Sisal, asciende a cuatrocientos mil dólares, y la exportación de cáñamo—el mejor artículo de su tipo ahora producido en el mundo—ascendió en 1869 a dieciocho mil pacas de cuatrocientas libras cada uno. Este cáñamo se produce principalmente alrededor de Mérida, y la industria—que es nueva—se extiende rápidamente, y trayendo prosperidad y felicidad al Estado. Sisal tiene una de población todos los colores, edades, sexos y condiciones, de mil gentes, en total. Un gran pantano y laguna se extiende por millas hacia el interior, atrás de la ciudad, y el lugar no se destaca especialmente por su salubridad.
El Sr. Brennan y mi viejo amigo de San Francisco, Lever,—que fue un capitán de voluntarios durante nuestra guerra civil, y posteriormente un miembro de la famosa "Legión Americana de Honor," y un teniente coronel en el ejército mexicano,—ahora agente de correos de Estados Unidos en el Cleopatra, fueron a la laguna a cazar Ibis, patos, flamencos y—solo dios sabe que mas,—y tuvieron un glorioso momento, regresando bien cargado de botín,—todo lo cual se hecho a perder por el caliente clima, a la mañana siguiente.
Arboledas de altas, agraciadas palmeras, y exuberante cañaverales, y dan un peculiar encanto tropical al lugar, visto desde el puerto. Solo vimos un carro en el lugar. Era un carro privado, con ruedas y cama tan pesadas como la de uno de nuestros grandes vagones madereros, y tenían una pequeña estructura como cabina, para