Página:Paginas de Historia - Bartolomé Mitre.pdf/66

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 53 —

alojándolos en tiendas de campaña. Al cabo ocho días de cuidados, viendo que los enfermos no mejoraban, el cirujano aconsejó, como último remedio, que fuesen enterrados vivos. En cons cuencia, se abrieron en la playa fosas de cuatro pies de profundidad, donde, colocados los enfermos, eran cubiertos do tierra hasta el pescuezo, repitiándose esta singular operación terapéutica por varias veces, hasta que sanaban ó morfan, pucs, según las candorosas palabras del reductor del diario, "los pasados del mal murieron a la hora de estar enterrados, y los demás mejorarou" (30).

Con más de cuarenta muertos y el resto en un estado de debilidad tal, que los artilleros no tenían fuerzas para manejar los cañones, dióse de nuevo á la vela la fragata, eu procura siempre de velas españolas, quo no aparecían en ningún punto del horizonte, siguiendo su derrotero por aquel vasto archipiélago, dominado entonces por los piratas malayos.

El 18 de noviembre dejó La Argentina la isla de Java y el 7 de diciembre se hallaba en medio del estrecho de Macassar, detenida por ias desespe rantes calmas del trópico. A las 12 de aquel día el vigía señaló cinco embarcaciones bajas que aparecían en el horizonte. Poco después se vió que erau cinco Proas, buques piratas de vela y remo, qu Hevaban sus doa proas armadas con cañones, de donde les viene su nombre. En medio de la calma avanzaban á fuerza de remo, especialmente la mayor de ellas que traía diez remos por bauda. Tomando sin duda á la fragata por un buque mercante, no tardó en dejar muy atrás á la flotilla pirata, abordándola por el costado de babor, fijan (80) Relación de los viajes de La Argentina.