Página:Pensamientos (Rousseau) - Tomo II.djvu/143

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sente, y por un momento de la vida entera. Se siente uno firme un instante, y ya se cuenta con que jamas será movido: lleno de un orgullo que todos los días confunde la esperiencia, cree no tener ya de que temer por haber evitado un lazo una vez. El modesto leuguage del denuedo es: soy valiente un día; pero quien dice: soy valiente, no sabe lo que será mañana; y teniendo por suyo un valor que él no se ha dado, merece perderlo al punto de servirse de él.

¡Cuan ridículos deben ser todos nuestros proyectos, y cuan insensatos todos nuestros razonamientos ante el Ser para quien no tienen sucesion los tiempos, ni distancia los lugares! Tenemos por nada lo que está lejos de nosotros, y no vemos lo que nos toca: y cuando hayamos mudado de situacion, serán contrarios nuestros juicios y no serán mejor fundados. Arreglamos lo futuro por lo que nos conviene en el día, sin saber si nos convendrá mañana; juzgamos de nosotros mismos como si fuésemos siempre los mismos, y variamos todos los días. ¿Quien sabe si amarémos lo que amamos, si querrémos lo que queremos, si serémos lo que somos, si los objetos estraños y las altera-