Página:Pensamientos (Rousseau) - Tomo II.djvu/171

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uso era mas racional y conservaba mejor las costumbres. Una especie de coquetería es permitida á las jóvenes casaderas: divertirse, es todo su gran objeto: las casadas tienen otros cuidados consigo, y ya no tienen que buscar maridos; pero en esta reforma no les saldria su cuenta, y por lo mismo son por desgracia las que llevan la voz.

Es indigno de un hombre de honor abusar de la sencillez de una jóven doncella, para usurpar en secreto las mismas libertades que ella puede permitir delante de todo el mundo; porque ya se sabe lo que la decencia puede tolerar en público, pero se ignora ó se queda en la sombra del misterio aquel que se constituye juez único de sus caprichos.

¿Quereis inspirar á las jóvenes el amor de las buenas costumbres? Pues sin decirlas continuamente: «Sed cuerdas». dadlas un grande interes en serlo; hacedlas sentir y conocer todo el precio de la cordura, y se la haréis amar. No basta tomar este interes á lo lejos en lo futuro: mostradsele en el momento mismo, en las relaciones de su edad, y en el carácter de sus amantes. Pintadlas el hombre de bien, el hombre de