Página:Prevost - Manon Lescaut (1919).pdf/121

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
119
 

mosquetero, salió huyendo con su coche, gritando que yo le había engañado y que me acordaría de él. Yo insistí en que se detuviera, pero inútilmente.

Su huída me causó gran inquietud. Estaba seguro de que avisaría al comisario. "Me perdéis —dije a Lescaut—; ya no estaría seguro en vuestra casa; tenemos que marcharnos en seguida." Di el brazo a Manon, y salimos presurosos de aquella calle peligrosa. Lescaut nos acompañió.

Como el caballero Des Grieux había empleado más de una hora en el relato anterior, le rogué que descansara y nos acompañara a cenar. Nuestra atención le hizo suponer que le habíamos escuchado con gusto.

Asegurónos que aún hallaríamos algo más interesante en la continuación de su historia, y cuando hubimos acabado de cenar, prosiguió en estos términos:

Toth