Página:Prevost - Manon Lescaut (1919).pdf/127

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
125
 

dos y estoy tan reacio en seguirlos, que antes derramaría parte de mi sangre que decidirme por uno de ellos; más aún, daría mi vida entera antes que emprender los dos. Sí, mi vida entera—añadía, después de reflexionar un momento—la daría de buen grado antes que resignarme a indignas súplicas.

Pero es que se trata de mi sangre? Se trata de la vida de Manon, se trata de su amor y de su fidelidad. ¿Qué puedo poner en parangón con ella?

Hasta ahora no he puesto nada; ella es para mí la gloria, la felicidad, la fortuna. Hay muchas cosas, sin duda, que quisiera conseguir o evitar a costa de mi vida; pero estimar una cosa más que mi vida no es una razón para estimarla tanto como a Manon. Después de este argumento, no tardé mucho en decidirme. Continué mi camino, resuelto a ir primero a casa de Tibergo, y de allí, a la del señor T.

Al entrar en París tomé un coche, a pesar de que no tenía para pagarle: contaba con el auxilio que iba a demandar. Me hice conducir al Luxemburgo, desde donde envié recado a Tibergo, diciéndole que le esperaba. Satisfizo mi impaciencia con su rapidez. Le expliqué mis apuros sin rodeos.

Preguntóme si me bastarían las cien pistolas que yo le devolví, y, sin oponer una sola palabra de dificultad, fué a buscarlas en el mismo instante, con el aire simpático y el gusto en dar que sólo es propio del amor y de la amistad verdadera.

Aun cuando nunca dudé del logro de mi demanKatty inal by