Página:Prevost - Manon Lescaut (1919).pdf/151

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
149
 

como ella, serán sin duda alguna tan infames y de tan mala fe." En aquel momento estuve a punto de bajar y marcharme sin volver a ocuparme de Manon; y como los celos mortales que me desgarraban el pecho celábanse bajo una sombría y triste calma, me creí tanto más próximo a mi curación, cuanto que no sentía aquellos movimientos violentos que me agitaran en ocasiones semejantes. ¡Ay! El amor me engañaba, tanto como yo me figuraba que lo hacían en aquellos instantes G M y Manon.

Al verme pronto a bajar la escalera, la muchacha que me había llevado la carta preguntóme cuál era mi contestación al señor G M y a la señora que estaba con él.

Al oír aquella pregunta, volví a entrar en el cuarto; y por un cambio increíble para los que nunca hayan experimentado pasiones violentas, de la tranquilidad en que yo me creía, sentíme transportado súbitamente a un grado terrible de furor.

"Ve— le dije —y di al traidor G M y a su pérfida amante, la desesperación en que me ha sumido tu maldita carta; pero hazles saber que no se reirán mucho tiempo y que les apuñalaré a los dos con mi propia mano." Me desplomé en una silla. Mi sombrero se cayó por un lado, el bastón por otro. Dos torrentes de amargas lágrimas empezaron a fluir de mis ojos. El acceso de rabia que me acababa de acometer trocóse en un profundo dolor. No hacía más que llorar, lanzando gemidos Sally