Página:Prevost - Manon Lescaut (1919).pdf/199

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
197
 

conversaciones con Manon durante aquella ruta, o qué impresión me causó su vista cuando logré que los guardianes me permitieran acercame a su galera? ¡Ah! Las palabras no pueden expresar sino a medias los sentimientos del corazón; pero imagináos a mi pobre amante amarrada por la cintura con una cadena, sentada sobre un montoncillo de paja, con la cabeza apoyada lánguidamente en un lado del coche, el rostro pálido y mojado por un torrente de lágrimas, que se abrían paso a través de sus párpados, aun cuando tenía constantemente cerrados los ojos. Ni siquiera tuvo la curiosidad de abrirlos cuando oyó el ruido que hacían los guardias ante el temor de ser atacados. Su ropa estaba sucia y descuidada; sus manos delicadas, expuestas a las injurias del aire; en fin, todo aquel conjunto encantador, aquella cara capaz de hacer reinar de nuevo la idolatría en el mundo, aparecía en un desorden y un abatimiento inexplicables.

La contemplé un rato, conforme marchaba a caballo junto a la galera. Era tan poco dueño de mí, que varias veces estuve a punto de sufrir una caída peligrosa. Mis suspiros y mis frecuentes exclamaciones me atrajeron alguna mirada de ella. Me reconoció, y observé que su primer impulso fué precipitarse fuera del coche para venir hacia mí; pero como no se lo permitiera la cadena, volvió a su postura de abandono.

Supliqué a los arqueros que se detuvieran un momento por compasión; ellos consintieron por Senty by