Página:Prevost - Manon Lescaut (1919).pdf/39

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
37
 

che en Saint—Denis, con la precaución de que los tres lacayos se acostaran en mi cuarto.

Lo que me causó una gran pena fué verme en la misma posada en que me había alojado con Manon en nuestro viaje de Amiens a París. El posadero y los criados me reconocieron, y al mismo tiempo adivinaron la verdad de mi historia. Al posadero le of decir: "Ah!, éste es aquel señor tan guapo que pasó, hace seis semanas, con una señorita a quien amaba tanto. ¡Qué encantadora eral ¡Cómo se acariciaban los pobres niños! ¡Pardiez, es una lástima que los hayan separado!" Fingi no oír nada y me dejé ver lo menos posible.

Mi hermano tenía presta en Saint—Denis una silla de dos asientos, en la cual partimos al amanecer, llegando a nuestra casa al día siguiente por la noche. Antes que yo viera a mi padre quiso mi . hermano prevenirle en mi favor, contándole la docilidad con que me había dejado conducir; de modo que fuí recibido con menos dureza de la que yo me esperaba. Mi padre se contentó con reprenderme en general por la falta que había cometido ausentándome sin su permiso. En cuanto a mi amante, díjome que bien merecido tenía lo que me pasaba por entregarme a una desconocida; que me hubiera creído más prudente, pero que esperaba que aquella aventurilla me hiciera más cauto. Yo tomé aquel discurso en el sentido que convenía a mis ideas. Di las gracias a mi padre por su bondad perdonándome, y le prometí seguir una conducta más sumisa y más ordenada. En el fondo de mi coTe bolt