Página:Prevost - Manon Lescaut (1919).pdf/60

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
58
 

se conocido no le habría recibido con tanta cortesía como lo hice. Después de saludarnos sonriendo, se apresuró a decir a Manon que venía a darle disculpas por su arrebato; que suponiendo que vivía de mala manera, esta idea había encendido su cólera; pero que al informarse por un criado de quién era yo, había sabido tantas cosas buenas de mí, que le habían inspirado el deseo de estar en relación amigable con nosotros.

Aun cuando aquello de los informes de boca de un criado era algo chocante y raro, recibf sus cumplidos con cortesía; con ello crefa complacer a Manon, que parecía encantada de verle inclinado a reconciliarse. Le retuvimos a comer con nosotros.

En pocos momentos tomó tanta confianza, que, habiéndonos oído hablar de nuestro retorno a Chaillot, quiso acompañarnos. No hubo más remedio que hacerle sitio en nuestro coche.

Aquello fué una toma de posesión, y se habituó a vernos con tanto gusto, que convirtió nuestra casa en suya, haciéndose el amo, en cierto modo, de todo lo que nos pertenecía. Me llamaba su hermano, y, so pretexto de la confianza fraternal, tomó la costumbre de llevarnos a Chaillot a todos sus amigos y obsequiarlos a costa nuestra. Del mismo modo se équipó espléndidamente, e incluso nos comprometió a pagar sus deudas. Yo cerraba los ojos ante aquella tiranía, por no disgustar a Manón, llegando hasta a fingir que no me enteraba de que, de tiempo en tiempo, le pedía sumas de importancia. Bien es cierto que, como era muy Say