Página:Prevost - Manon Lescaut (1919).pdf/65

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
63
 

último extremo. Le rogué que me indicara otro camino.

Me propuso aprovechar mi juventud y la figura con que me había dotado la Naturaleza para ponerme en relaciones con alguna señora vieja y generosa. Tampoco acepté este partido, que me hubiera hecho ser infiel a Manon.

Habléle del juego como del medio más fácil y más en armonía con mi situación. Respondióme que, ciertamente, el juego era un recurso; pero que necesitaba explicación; que meterse sin más ni más a jugar, con las probabilidades corrientes, era el modo seguro de acabar de arruinarme; que el pretender ejercitar solo y sin ayuda los medios que un hombre hábil emplea para asegurarse la suerte, era oficio peligroso; que quedaba un tercer medio, que era la asociación; pero que mi juventud hacíale temer que los confederados me juzgasen poco a propósito para formar parte de la liga. Sin embargo, me ofreció sus buenos oficios cerca de ellos, y, lo que yo no habría esperado de él, me brindó con algún dinero cuando me viese muy apurado. El único favor que le pedí fué que no dijese a Manon la pérdida que había sufrido y el tema de nuestra conversación.

Salí de su casa menos satisfecho aún que había entrado; hasta me arrepentí de haberle confiado mi secreto. Nada había hecho por mí que no hubiera podido yo conseguir sin confiarme a él, y tenía un miedo horrible a que faltase a su promesa de no decir nada a Manon. Deducía lógicamente de Say by