Página:Prevost - Manon Lescaut (1919).pdf/80

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
78
 

le, echando mano a la espada— ¿Dónde está Manon? ¿Qué has hecho de ella?" Mi movimiento je asustó. Respondióme que si era así recibido cuando venía a darme cuenta del favor más importante que podía hacerme, se iría y no pondría más los pies en mi casa. Al oirle me precipité hacia la puerta, cerrándola cuidadosamente. "No te figures —le dije volviéndome hacia él—que me vas a engañar otra vez con tus fábulas. Si no me devuelves a Manon, prepárate a defender tu vida." "¡Hombre, qué vivo de genio sois! ¡Si es el único objeto que me trae! Vengo a anunciaros una alegría insospechada para vos, y por la cual habréis de reconocer deberme algún agradecimiento." Quise que se explicase al momento.

Me contó que Manon, no pudiendo soportar el temor de la miseria, y, sobre todo, la idea de variar de repente su tren de vida, le había rogado que le presentase al señor G de M, quien pasaba por un hombre generoso. Se cuidó bien de no decirme que el consejo partió de él y que él preparó el camino. "La he llevado allá esta mañana continuó, y este buen señor ha quedado tan complacido de sus gracias, que la ha invitado a que le acompañe a su casa de campo, donde piensa pasar unos días. Yo—añadió Lescaut—, que de una ojeada he comprendido lo útil que esto podría seros, le he indicado discretamente que Manon había sufrido grandes pérdidas, y he excitado de tal modo su generosidad, que ha empezado por hacerle un regalo de doscientas pistolas. Yo le he ially —S3²