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Página:Primer viaje en torno del globo.djvu/73

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I PRIMER VIAJE EN TORNO DEL GLOBO 47

Antropófagos. — Los hombres y las mujeres son tan recios y están tan bien conformados como nosotros. Comen algunas veces carne humana, pero solamente la de sus enemigos. No es por apetito ni por gusto por lo que la comen, sino por una costumbre que, según nos dijeron, empezó entre ellos de la manera siguien- te: Una vieja no tenía mas que un hijo, que fué muerto por los enemigos; algún tiempo después el matador de su hijo fué hecho prisionero y conducido a su pre- sencia; para vengarse, la madre se arrojó como una fíe'ra sobre él, y a bocados le destrozó la espalda; tuvo el prisionero la doble suerte de escapar de manos de la vieja y evadirse y de volver entre los suyos, a los cuales mostró las huellas de las dentelladas en su es- palda, y les hizo creer (tal vez lo creyó él también) que los enemigos habían querido devorarle vivo. Para no ser menos feroces que los otros, se determinaron a co- merse de verdad a los enemigos que aprisionaban en los combates, y los otros hicieron otro tanto; sin em- bargo, no se los comen en el campo de batalla, ni vivos, sino que los despedazan y los reparten entre los ven- cedores; cada uno se lleva la parte que le corresponde, la seca al humo, y cada ocho días se come un pedazo asado. Esto me lo contó nuestro piloto Juan Carvajo (1), que había pasado cuatro años en el Brasil.

Tinte y tatuaje, — Los brasileños, hombres y mujeres, se tiñen el cuerpo y sobre todo la cara de un modo extraño y de diferentes maneras. Tienen los cabellos cortos y lanudos y no tienen pelo sobre ninguna parte del cuerpo, porque se depilan (2).

Vestidos, — Llevan una especie de chaquetilla tejida con plumas de papagayo, y dispuestas de forma que

(1) En nuestro manuscrito se le llama unas veces Carruaio y otras Caruaio; pero no cabe duda que es Juan Carvalhos, de quien hablan Castañeda y otros autores de la época.

(2) Muchos pueblos salvajes hacen hoy lo mismo, sirviéndose de conchas bivalvas por no tener pinzas.