Página:Psicología, docencia e investigación II.djvu/74

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debido al hecho de que el inconciente no se somete sino que, por el contrario, es él quien nos domina y estoes así porque, en los tres casos, se trata del poder de la palabra y su acción sobre otro sujeto y, entonces, si hablamos de la palabra nos referimos inevitablemente a la dimensión inconciente. En 1921, Vera Schmidt organiza, en Moscú, Jardines de infantes con principios educativos que pretendían basarse en el psicoanálisis: ausencia de prohibiciones y una actitud liberal en el trato con los niños. Poco después de la primera guerra mundial se organiza en Viena el Kíndemeim Baumgarten para niños sin hogar y posterionnente, en 1937, Edith Jackson funda, también en Viena, una casa cuna experimental. ¿Cómo ha incidido el psicoanálisis en las prácticas educativas? En primer lugar, hay que señalar que su in■ujo se produjo sobre todo en los niños pequeños, de edad preescolardonde detenninó que la alimentación fuera menos rígida, menores los castigos hacia la masturbación y los juegos sexuales así como una insistencia menos compulsiva en la limpieza y el control de los esfínteres. De todas maneras, la existencia de las teorías sexuales infantiles y la inmanencia del con■icto en un aparato psíquico ineducable porque se constituye escindido, fueron los motivos para producir el fracaso de una pretendida acción preventiva de Ia infomiación sexual. En segundo lugar el psicoanálisis in■uyó en la «reeducación» de delincuentes jóvenes y de niños con trastomos psíquicos. En esta línea es de destacar ‘tel trabajo pionero de August Aichhom (1878-1949), cuya obra Verwah■oste Jugend (Juventud descamada) de 1925tiene un prólogo de Freud, donde sostiene que el educador sólo puede ejercer una in■uencia educativa si previamente se ha desarrollado en relación a él una transferencia positiva; En realidad este autor no propone ninguna novedad fundamental salvo el hechodefundamentarcon algunas categorias psicoanalíticas aquello que un buen educadordespliega intuitivamente, es decir, sin una conceptualización. «Estos métodos educativos no se distinguen de aquellosde un edudor ignorante del psicoanálisis perodotadode una buena intuición», dice Catherine Millot. Esta argumentación se basa en las mismas ideas sostenidas por Freud en el prólogo a la obra de Aichhom: «Su conducta hacia las criaturas bajo curatela brotaba de una cálida simpatía por estos desdichados, y su compenetiación empática, intuitiva, con sus necesidades 80 expresión signi■ca que las tres profesiones encuentran un límite para su acción