Página:Psicología, docencia e investigación II.djvu/75

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poco de nuevo en la práctica, pero le aportó la clara intelección teórica de lo justi■cado de su obrar, pennitiéndole fundamentarlo ante los demás»? En tercer lugar es necesario destacar que en relación a la pedagogía de los niños en edad escolar la incidencia del psicoanálisis ha sido relativa. Los pedagogos han insistido en la elaboración de diversos métodos que posibiliten Ia estimulación del deseo de aprender del niño pero esa posición encuentra su límite cuando reconocemos la existencia de fuentes libidinales en el denominado deseo desaber así como la incidencia de la limitación que la represión produce sobre los intereses intelectuales. «Cuando el niño llega a la escuela lo esencial ya está jugado en lo que concieme a sus capacidades de sublimación. Esto es sin duda lo que explica el desinterés de los pedagogos que se consagran al problema de la enseñanza por el psicoanálisis cuyas conclusiones invalidan sus esfuerzos. En efecto se podría decir que, desde un punto de vista analítico, los métodos detransmisión de conocimiento importan poco en relación al deseo de aprenderdel niño».‘3 A. S. Neill en su libro Libres Enfants de Summerhill postuló la importancia del desarrollo espontáneo de la sagacidad infantil y un funcionamiento institucional democrático donde los niños mismos fijaban las reglas de convivencia, hecho que posibilitaba el mantenimiento de un principio educativo esencial derivado de la elección de ciertas reglas de la vida en común que determinan, a su vez, la introducción del sujeto infantil en el orden simbólico yen el universo de la ley. En este sentido es pertinente la consideración efectuada por Catherine Millot: el aprendizaje por parte del niño de la importancia de la palabra dada y del respeto al semejante y a la ley es más difícil que la adquisición de un saber académico y la dócil aceptación de la rutina escolar. La pedagogía de Neill debe poco a la teoría psicoanalítica, lo cual no impide considerarlo un excelente educador porque su in■uencia es debida a loque podríamos llamarel resorte esencial detoda actividad pedagógica: «las exigencias de socialización que él logró imponer gracias a la identi■cación que él suscita... « mientras que su enorme valor como pedagogo «reside en esta suma de imponderables que se llama una personalidad excepcional».“ Una conclusión provisoria se nos impone en función de las consideraciones anterionnente desarrolladas: las doctrinas pedagógicas ponen el acento, en anímicas lo guiaba por el camino correcto. El psicoanálisis podía enseñarle muy 81