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de los capitanes que más se distinguieron en aquella empresa.

Terminada la conquista de aquel Imperio, púsose al frente de una expedicion, y después de vencer repetidas veces á los Indios, se apoderó de Quito en 1533, y poco tiempo después de Popayan, cuya gobernacion obtuvo con título de Adelantado, año de 1538; continuó más adelante sus expediciones por Nueva-Granada, sometiendo las provincias de Cundinamarca y Bogotá. Administró bien los países que le estaban encomendados, durante los disturbios del Perú, en los cuales siguió el partido de los Pizarros; pero fué de los primeros que reconocieron la autoridad de los Vireyes Blasco Nuñez Vela y Pedro de la Gasca, á quien ayudó á prender á Gonzalo Pizarro, jefe principal de los insurrectos.

Una vez pacificado completamente el país, dispuso el Gobierno supremo que pasara á formarle juicio de residencia el licenciado Francisco Briceño. Hiciéronle cargos por haber tolerado las crueldades que cometió su Teniente Juan de Ampudias, sin castigarle cual merecía, y por haber hecho degollar en Popayan al Mariscal Jorge de Robledo, que pretendía corresponderle el mando de aquella provincia. Separóle el juez pesquisidor de su destino, y terminado el proceso, le condenó á muerte, pero suspendiendo la ejecucion hasta la resolucion del Consejo de Indias, al cual le permitió acudir para dar sus descargos. Emprendió Benalcázar el viaje á España con objeto de defenderse; pero la edad y achaques que padecia le obligaron á detenerse enfermo en Cartagena de Indias, donde falleció. Varon insigne, de los más exclarecidos que pasaron al Nuevo-Mundo, y de los que más dominios agregaron á la poderosa Monarquía española.


VIII.

Una de las personas más notables que se encuentran en los anales de la conquista del Nuevo Mundo, es el Adelantado Álvar Nuñez Cabeza de Vaca, cuyo valor, constancia y resignacion en los trabajos, así como la humanidad con que trataba á los Indios, prueban que tenía tan excelente y bondadoso corazón, como aventajadas dotes de guerrero. Habia nacido en la ciudad de Jerez de la Frontera, y era nieto del Adelantado Pedro de Vera, á quien los Reyes Católicos Doña Isabel y Don Fernando concedieron la