por donde hacían sus seguras y secretas retiradas; porque disponiéndose así, se podría, á gran comodidad y seguro, dar en ellos y rendir su altivez y sus cautelas. Y tomando este consejo y ejecutando el orden del Adelantado, al esclarecer las luces sucedió con felicidad el asalto, quedando prisionero en esta ocasión el principal y mayor cacique, y con su prisión y la de otros principales y muerte de algunos estimables capitanes mixqueños, quedó sujeto y rendido el pueblo de Mixco. No divulga la fama, ni se rastrea ni investiga el origen y causa que tuvieron los chignautlecos para usar de este doble trato con los de Mixco, sus vecinos y aliados, sino sólo el movimiento de su natural voltario, con ligera y momentánea causa, y lo más cierto ser disposición y providencia de los altos consejos del Altísimo.
Mas aunque es esto lo que asegura la tradición corriente y lo que está más válido en lo general y común de aquel país, la una boca de la cueva en un pueblo ni la que le corresponde en el otro no se han podido descubrir; bien que sobre ello ninguna eficaz ni curiosa diligencia se ha intentado, como cosa que importa poco el que la haya ó no para otro fin del para que la tenían; pues en ella no se presume que haya lo que esperaban los toledanos de tesoros en la encantada Cueva de Hércules; con que por lo poco fundamental que me parecía esta tradición, hube de suspender la pluma más de seis meses, importando á mi intento averiguar la incertidumbre de esta cueva, que siendo seguro y cierto el que los indios mixqueños se valían de su asilo, defendiéndose con las armas y con la seguridad de esta ignorada y secreta retirada, doy por asentado el que por medio del trato de los chignautlecos fueron vencidos y dominados los de Mixco, quedando entonces prisionero el cacique principal, cuya descendencia dura y permanece hoy bien conocida en el apellido de Solís, pero con mucho abatimiento, pobreza y desestimación entre los propios naturales de aquel país; bien que ellos se ayudan poco ó nada, porque todos los de esta familia son muy apagados y humildes.
Toda esta numerosa vecindad de Mixco, excepto la de