embiassen a Su Majestad para que les perdona- sse, y con ello creyan que les auia de perdonar el delicto que auian cometido, y que si no lo halla- ssen, que se quedarían en la tierra adentro poblan- do, por no boluer donde fuessen castigados, y que podría ser que hallassen tanto que por ello les hi- ziesse merced de la tierra. Y con esto andauan granjeando a la gente, y como ya ouiessen todos entendido las maldades que auian vsado y vsauan, no quiso ninguno dar consentimiento a la entrada. Y dende allí en adelante toda la mayor parte de la gente comento a reclamar y a dezir que solta- ssen al gouernador, y desta causa los oficiales y las justicias que tenían puestas comentaron a mo- lestar a los que se mostrauan pesantes de la pri- sión, echándoles prisiones y quitándoles sus ha- ziendas y mantenimientos y fatigándoles con otros malos tratamientos, y a los que se retrayan por las yglesias porque no los prendiessen, ponían guardas porque no los díessen de comer, y ponían pena sobre ello, y a otros les tirauan las armas y los trayan aperreados y corridos, y dezian publi- camente que a los que mostrassen pesalles de la prisión, que los auian de destruyr.
CAPITULO SETENTA Y SEYS
DE LOS ALBOROTOS Y ESCÁNDALOS QUE OUO EN LA TIERRA
De aqui adelante comentaron los alborotos y es- cándalos entre la gente, porque publicamente de- zian los de la parte de Su Magestad a los oficiales
