UN CARACTER EXTRAORDINARIO 109
San Martín dató desde aquí las primeras úrdenes que impartió para la reorganización del cjército pa- iriota y que dierom por resultado la victoria de Maipo,
Evacuada la hacienda por el General, y poro an- tes que Doña Panla se replegase d Santiago con sus limdas hijas, tuvo lagar Otra escena que revela el caráeter, la tenacidad y altivez de esta patriota re- conocida.
Mailándose sentada en los corredores de sa mag: nifica finca, divisa súbitamente una partida de sol- dados españoles que se dirijen hacia clla. Esta se prepara á recibir á los terribles lméspedos, que ya se imoginaha venían, como era costumbre entonces, á hacer requisiciones de víveres, cabullos y forraje para la tropa.
El oficial que la comandaba, pur todo saludo di- jo, al acercarse, señalando un costado del edifici
—ZLas llaves de la Hodega, señora
—¿Mecesita Vil provisiones? Las tendrá Vd, en abundancia
—Las Maves pido,
llaves no se las entregaré jamás!
—Por qué? s
—Por rque nadie, sinó yo, manda en mi casa,
Ciego de cólera, ante la insolente mujer que pre- tendía poner coto Á su voluutad soberana, el ofi- cial nunrló á su tropa:
—aárma á la cara! Wuego!!
Pero la excitación había sido recíprora, Mientras la tropa ejecutaba el movimiento para cumplir el mandato, Doña Paula, avanzando desde el dintel de la puerta, presentó su peuho á las carebinas tendi- das horizontalmente gritándoles: