muchas veces una série de producciones artísticas, por decirlo así, destinadas únicamente a impedir que la naturaleza destruya su propia obra. La hijiene no es otra cosa, que una de las mas hermosas aplicaciones del arte médico; i su ejercicio como ciencia requiere conocimientos tan vastos como la terapéutica misma. El médico no raras veces es casi artista productor aun en la conservacion de la materia que es objeto de su desvelo.
Ahora bien, el trabajo del médico es de dos especies: o bien trata de conservar en su estado natural el organismo humano, que tiende a alterarse o modificarse; o bien se propone obrar sobre una formacion nueva producida por el organismo vital. Es decir: o quiere restablecer las funciones alteradas del organismo íntegro, o bien eliminar de ese organismo aquello, que amenaza destruir la harmonía jeneral de esas funciones, por medio de la oblacion (sustraccion) ya sea de los productos heterojéneos del organismo, ya de los órganos mismos, cuando su alteracion los ha hecho inútiles, i amenazan impedir la regularidad del resto de las funciones orgánicas.
El primer modo de proceder es el trabajo esencialmente médico, en el sentido estricto de la palabra; el segundo es el procedimiento quirúrjico: los dos unidos forman el trabajo médico completo; i muchas veces necesitan ir unidos para llegar al fin, que ambos se proponen.
(Continuará).
