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QUISTE DEL OVARIO OPERADO POR LA ESTIRPACION.

2 de marzo. La enferma se sienta en su lecho. El tumor tocado tarde i mañana con el percloruro de fierro ha disminuido sensiblemente, al mismo tiempo que debajo de la piel i levantándola se siente una masa igual en volúmen al tumor que ántes existia.

Nada de particular en los dias siguientes. El 8 la enferma se levanta sin esperimentar dolores, ni tracciones. Desde este dia hasta el de su salida, que tiene lugar 20 dias mas tarde, nada ocurre de notable.

Hecho el exámen del vientre se reconoce una cicatriz lineal de algunos centímetros, con una depresion en la parte inferior. Otra depresion en el punto en que existia el tumor epiploico; i por debajo de la pared, se siente perfectamente, la masa formada por él i que está adherente a esta pared.

Exámen del tumor. Paredes fibro-cartilajinosas de un centímetro de espesor. Placa oseiforme en la parte inferior. El contenido es una masa purulenta verdosa con concreciones sólidas cuyo tamaño varia desde el de una arveja al de una nuez. En la parte inferior, una masa de pelos largos enrrollados sobre sí mismo, del volúmen de una naranja.

 

Haré una historia compendiada de otras dos operaciones de quistes del ovario.

Durante el mes de octubre de 1871, fuí llamado por el Dr. Schneider a examinar una enferma llegada de Hamburgo. El vientre estaba ocupado por un enorme tumor, el cual, segun la afirmacion de la paciente, hacia pocos meses que habia principiado a desarrollarse. Habiéndose practicado dos punciones esploradoras, a alguna distancia una de otra, salió un líquido claro, trasparente, semejante al agua.

Decidida la operacion, practicósela con asistencia de los