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No pude reprimir una franca carcajada, y volviéndome hácia el peon que ya había reaccionado, le dije: Amigo, el dia en que á los perros se les trate bien y se les dé de comer como es debido, no necesitarán hacer eso, y entónces se acabarán los lobisomes!


PRÁCTICAS FUNERARIAS.

Por demás conocido es ya el velorio de las criaturas, más ó menos igual en todo el territorio de la República, y practicado por la gente de campo, bajo el nombre de velorio del angelito, para que lo describa en este trabajo.

Baste decir, para los que ignoren en qué consiste esto, que es creencia general que las criaturas de corta edad que mueren, como no han podido pecar aún, van derecho al cielo, siendo allí transformadas en ángeles; así, en vez de sufrir mucho por la pérdida del hijo, los padres se consuelan, y con ese motivo dan un baile delante del cadáver, alternado con algunas oraciones.

Estos bailes, siempre muy concurridos, y en donde los asistentes se divierten mucho, son costeados por el padrino de la criatura que ha muerto, lo mismo que el cajon y la cruz que se coloca sobre la sepultura.

En Misiones hay una costumbre muy curiosa. Al año de este velorio, la familia va al cementerio y trae á su casa la cruz, que precaucionalmente se hace de poner y sacar sobre un tronco clavado sobre la tumba.

Esta cruz, junto con todas las flores secas y las cintas de los ramos que adornaban el cadáver el año anterior y religiosamente guardadas desde entónces, son colocadas en una mesa bien adornada y se vuelven á velar.

A esto se llama velorio de la cruz, y con ese motivo hay nuevo baile, costeado otra vez por el padrino.

Como se ve, esta práctica no tiene mas objeto sino el de ser un pretexto ridículo para divertirse.

El velorio de personas mayores es mas sério y en él se eliminan los bailes y chacotas.

En esa region no hay sepultura sin su correspondiente cruz; más aún, si en cualquier parte es asesinado alguno ó cae muerto de alguna afeccion orgánica, ó lo fulmina un rayo, etc., aun cuando no se entierro allí, se coloca también una cruz para memoria del hecho y ese lugar es reputado tan sagrado como el de una tumba.

Todo el que pasa por ellas se descubre, y algunos no de-