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hasta la cumbre y la media luz del fondo de la quebrada, se combinan de admirable modo; por este río pasa el camino que, por Humahuaca, conduce á Bolivia, y en las inmediaciones se hallan las fincas de Vargas y del Dr. Carrillo, cuyos edificios techados con teja, y del antiguo modelo español, se destacan entre la exuberante vegetacion de aquel Paraiso terrenal.

Tan delicioso paraje dista unas tres leguas al Norte de Jujuy, siendo el camino muy bueno para mulas y caballos y áun para carruajes, sin embargo de que, en ciertos pasos, abundan montones de pedruscos y enormes cantos rodados. Helechos de diversas especies crecen entre las grietas de los peñascos y son diversos de los que vi en Córdoba. En el camino de sitios tan encantadores hallé algo que sorprenderá á V. y sobre lo cual voy á permitirme algunos comentarios; este algo consistía en unas tinajas que poco antes de llegar á Yala ví bajo el alero de un rancho pobrísimo, como son todos por acá. Desde léjos me recordaron, las tinajas en cuestion, la forma y dimensiones de aquellas á las cuales se atribuye haber sido construidas con el exclusivo objeto de usarlas como urnas funerarias; al acercarme reconocí que no me había equivocado, pues á algunas ni aun les faltaba tal cual tosco dibujo rojo ó negro, pero estas de que hablo no estaban destinadas á encerrar los restos de seres queridos, sino que, muy prosaicamente, servían para la fabricacion de chicha mas ó menos muqueada; en cuanto á la forma y las dimensiones no diferían muy sensiblemente de las que se ven en el Museo de La Plata.

Supe tambien que estas tinajas las fabrican los indios sirviéndose, no del torno, sino de moldes de madera compuestos de varias piezas, á las que, una vez armadas, rebocan con arcilla, dándole un espesor conveniente y cuando esta última se ha solidificado, extraen las piezas del molde, una á una, y por su órden; concluido el cántaro de este modo, lo perfeccionan con la mano ú otros utensilios, y luego lo someten al fuego, al aire libre.

Valía la pena de ocuparse de asunto tan interesante, pues no erá creíble que tantos y tan hábiles arqueólogos como los que han descrito las urnas funerarias del período incásico, se hubieran equivocado al considerarlas como tales,