luego en una caña hasta que muera y se deseque, creyendo que entónces las verrugas desaparecen.
Por ahora no tengo á mi disposicion los magníficos trabajos folk-lóricos que se han llevado á cabo en estos últimos años en España, pero seguramente, consultados, de muchas de nuestras prácticas supersticiosas, &, se debe encontrar el orígen en ellos.
En la Veterinaria campestre, el sapo se usa en varios casos.
Para la renguera—Cuando un caballo se renga de una pata ó se desortija, según el término criollo, entre otros remedios que se usan, figura en algunos puntos tambien el sapo, que abren por la barriga de un tajo y colocan despues sobre la pata, teniendo cuidado de sacarlo al otro día, porque, si no, creen que es tan fuerte su accion que la hace secar.
Para los gusanos—En el campo, cuando no se cuidan los animales lastimados del lomo, etc., en verano principalmente, son atacados por las moscas que depositan sobre la herida sus huevos, que no tardan en convertirse en larvas y comienzan su obra de perforacion.
Muchos y variados son los remedios empleados en la curacion de los animales agusanados, y, entre ellos, no podía naturalmente faltar el sapo.
Su aplicacion es muy sencilla: lo agarran, lo atan de una pata, y vivo se lo cuelgan al animal del pescuezo, dejándolo que ande por donde quiera con él.
Segun muchos, es un santo remedio y cuando se les hace alguna objecion dudando de su eficacia, lo miran á uno con sorna y conmiseracion, como diciendo: ¡Qué ignorante!!
La influencia del sapo es muy variada, así pues los paisanos:
Para extirpar las vinchucas—(Conorhinus infestans, Klug)—de sus ranchos, toman cuatro sapos vivos y los cuelgan de una pata en cada esquina, del lado interno, y allí los dejan.
Para que los jagüeles conserven agua—Siempre les