una punta de vacas asi y asi al toro de tal pelo de esa cuadrilla que se revolcaba como caballo. Entonces no es extraño que algún otro tercie en la conversacion diciendo que tambien ha visto en su casa al perro tal [1] que estaba durmiendo patas pa arriba y es natural que pedía agua.
Otros, seguramente, no dejarán de haber visto, á su vez, quien á los potrillos retozando y tirando patadas en la loma tal ó cual y quien á los corderos tambien retozando cortados en tropillas por los caminosoo, ó si nó no faltará quien haya oido al chajá emitiendo un grito especial á las doce del dia, ó á esa misma hora haya visto al Pasa-calle (que es una especie de becasina) cerca de algun zanjon.
En el parrágrafo del Sapo ya se habrán visto las herejías que hacen algunos con ese pobre animal para que haga llover.
Otro signo, al que dán gran importancia los paisanos, como de lluvia segura, es este: Cuando cantan mucho las perdices y el sol se entra entre nubes.
Al canto de las perdices le tienen mucha fé, tanto es así que hasta refranes en verso existen, como estos, que debo á la amabilidad del señor D. Demetrio Correa Morales, quien me ha dado muchos datos interesantes para este trabajo y otros.
Cuando la perdiz canta
ñublado viene,
no hay mejor señal de agua
que cuando llueve.
Cuando la perdiz canta
y el sol se ñubla
dicen las puebleritas
«agua segura».
Tambien hay que agregar, á los refranes que se refieren á la lluvia, estos dos más, en los que no interviene el canto de la perdiz:
Norte claro y sur oscuro
aguacero seguro.
Cielo empedrado
suelo mojado.
- ↑ Los paisanos, al hablar de un animal, nunca dejan de dar sus señales particulares y sobre todo el color del pelo que tienen. Lo mismo sucede al tratarse de un lugar cualquiera, ya sea loma, zanjon, monte, laguna, etc., siempre han de decir donde está, relacionando su posicion con otros puntos, por ejemplo: el zanjon que se halla á la derecha de la loma tal pasando por donde hay dos árboles.